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Leishmania en perros

Leishmania en perros

Leishmaniasis Canina: Prevención, Síntomas y Tratamiento

La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria grave que afecta a los perros, especialmente en zonas donde la mosca de la arena (vector transmisor) es común. Aunque se encuentra en varias partes del mundo, es particularmente frecuente en regiones de clima cálido, como el Mediterráneo, América Latina y algunas zonas de Asia. Si bien puede ser una enfermedad peligrosa, con la detección temprana y el tratamiento adecuado, es posible controlar y mejorar la calidad de vida de los perros afectados. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre la leishmaniasis canina: qué es, cómo prevenirla, los síntomas a tener en cuenta y las opciones de tratamiento.

1. ¿Qué es la Leishmaniasis Canina?

La leishmaniasis canina es una enfermedad parasitaria causada por el protozoo Leishmania, transmitido principalmente por la picadura de la mosca de la arena (Phlebotomus). Esta mosca se encuentra en zonas cálidas y húmedas, donde puede transmitir el parásito de un perro infectado a uno sano.

Una vez que el parásito entra en el cuerpo del perro, puede afectar varios órganos, incluyendo la piel, los riñones, el hígado y el sistema inmunológico. La leishmaniasis es una enfermedad crónica que puede ser muy grave si no se trata a tiempo. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, muchos perros pueden llevar una vida normal y saludable.

2. ¿Cómo se Transmite la Leishmaniasis?

La leishmaniasis se transmite principalmente por la picadura de las moscas de la arena infectadas. Estas pequeñas moscas, que suelen ser más activas al anochecer y durante la madrugada, se alimentan de la sangre de los animales. Si una mosca de la arena pica a un perro infectado con Leishmania, puede adquirir el parásito y transmitirlo a otros perros sanos en sus picaduras.

Es importante destacar que la leishmaniasis no es contagiosa de perro a perro ni de perro a humano. Solo se transmite a través de la picadura de la mosca de la arena.

3. Síntomas de la Leishmaniasis en Perros

Los síntomas de la leishmaniasis pueden variar considerablemente dependiendo del grado de infección y de los órganos afectados. Algunos perros pueden ser asintomáticos o mostrar síntomas leves, mientras que en otros, la enfermedad puede volverse grave y debilitante. Los síntomas más comunes de la leishmaniasis en perros incluyen:

  • Lesiones en la piel: Áreas de la piel con pérdida de pelo, úlceras o costras, especialmente alrededor de los ojos, orejas, patas y hocico. Estas lesiones pueden causar infecciones secundarias y pueden ser dolorosas.

  • Pérdida de peso: Los perros infectados suelen perder peso de forma gradual, a pesar de mantener su apetito.

  • Fatiga y debilidad: Los perros con leishmaniasis pueden volverse más cansados de lo habitual y pueden tener menos energía.

  • Problemas renales: En casos más graves, el parásito puede afectar los riñones, lo que puede llevar a insuficiencia renal. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea, y aumento de la sed y la micción.

  • Fiebre: Los perros afectados pueden presentar fiebre intermitente, lo que puede ser un indicio de la infección.

  • Hinchazón de los ganglios linfáticos: Los ganglios linfáticos pueden inflamarse debido a la respuesta del sistema inmune ante el parásito.

  • Anemia y problemas hematológicos: La leishmaniasis también puede afectar la producción de glóbulos rojos y provocar anemia.

4. Diagnóstico de la Leishmaniasis Canina

El diagnóstico de la leishmaniasis se realiza a través de una serie de pruebas clínicas y de laboratorio. Si se sospecha que un perro tiene leishmaniasis, el veterinario puede recomendar:

  • Análisis de sangre: Para detectar la presencia de anticuerpos contra el parásito Leishmania.

  • Biopsia o frotis de piel: Para identificar el parásito directamente en muestras de piel o lesiones cutáneas.

  • Pruebas de función renal y hepática: Para evaluar la gravedad de la afectación de los órganos internos.

Es importante que, ante la sospecha de leishmaniasis, el perro reciba atención veterinaria especializada lo antes posible para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento.

5. Tratamiento de la Leishmaniasis en Perros

El tratamiento de la leishmaniasis canina puede ser complejo y requiere un enfoque multifacético. Aunque no existe una cura definitiva para la leishmaniasis, el objetivo del tratamiento es controlar los síntomas, reducir la carga parasitaria y mejorar la calidad de vida del perro. Los tratamientos más comunes incluyen:

  • Medicamentos anti-leishmaniasis: El tratamiento más común incluye medicamentos como el alopurinol y otros fármacos que ayudan a controlar la proliferación del parásito en el cuerpo del perro.

  • Tratamientos para la piel: Los perros con lesiones cutáneas pueden necesitar cremas o pomadas antimicrobianas para prevenir infecciones secundarias.

  • Medicamentos inmunosupresores: En algunos casos, los veterinarios pueden recetar fármacos para regular la respuesta inmunitaria del perro, ya que la leishmaniasis afecta al sistema inmunológico.

  • Tratamiento de soporte: Los perros afectados por insuficiencia renal u otros problemas orgánicos pueden requerir tratamiento de soporte, como líquidos intravenosos o medicamentos para mejorar la función renal.

Es crucial seguir las indicaciones del veterinario y hacer un seguimiento regular para asegurarse de que el tratamiento esté funcionando correctamente y que el perro no sufra efectos secundarios.

6. Prevención de la Leishmaniasis

La prevención es clave cuando se trata de la leishmaniasis, especialmente en zonas donde la mosca de la arena es común. Algunas de las medidas preventivas incluyen:

  • Uso de repelentes y collares antiparasitarios: Existen collares y productos tópicos que protegen a los perros de la picadura de las moscas de la arena.

  • Evitar las horas de mayor actividad de las moscas de la arena: Las moscas de la arena son más activas durante las primeras horas de la mañana y al anochecer, por lo que es recomendable mantener a los perros dentro de casa durante estos períodos.

  • Vacunación: En algunas áreas, existen vacunas disponibles que pueden ayudar a reducir el riesgo de que un perro contraiga leishmaniasis, aunque no son una garantía absoluta.

  • Control del ambiente: Mantener un ambiente limpio y libre de moscas de la arena es esencial, especialmente en áreas donde hay alta incidencia de la enfermedad.

7. Conclusión:

La leishmaniasis canina es una enfermedad grave, pero tratable, que afecta a perros en muchas partes del mundo. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible manejar la enfermedad y proporcionar a los perros afectados una vida saludable. La prevención es la clave, especialmente en áreas endémicas, por lo que es fundamental utilizar repelentes y proteger a los perros de las picaduras de moscas de la arena. Si notas cualquier síntoma sospechoso en tu perro, como lesiones en la piel, pérdida de peso o fatiga excesiva, no dudes en acudir a tu veterinario para un diagnóstico y tratamiento oportunos.

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